El XXIII Congreso Eucarístico Internacional
9 al 14 de septiembre de 1912.
Viena, la ciudad imperial y capital de Austria, de brillante corte y pléyade de Emperadores y Archiduques, fue, al comenzar la segunda década del siglo XX, capital de la Eucaristía.
Gracias al incondicional apoyo del Emperador Francisco José, pudo celebrarse esta asamblea con extraordinario esplendor. En ella participaron nueve Cardenales, un Patriarca, ciento cincuenta Obispos, seis mil Presbíteros y cien mil visitantes. Nada más los corresponsales de prensa acreditados fueron ochocientos. Las delegaciones más nutridas fueron Francia, con cuatro mil congresistas y España, con mil.
El Cardenal G. Van Rossum se desempeñó como Legado pontificio y en la tarde del lunes 9 de septiembre fue recibido por una delegación especial en las fronteras austriacas. El recibimiento en Viena fue grandioso. El Conde Eugenio de Czernin, representante personal del Emperador, recibió al Prelado, acompañándolo hasta la plaza de San Esteban, en cuya Catedral bendijo a la concurrencia. Según los cálculos, se reconciliaron en esos días unos doscientos mil fieles y las comuniones sacramentales rebasaron el millón.
Por la tarde hubo actos con exposiciones del Santísimo Sacramento en todas las iglesias de Viena, especialmente en la Catedral, girando las catequesis en torno al esquema de la Santa Misa. Otros templos favorecidos por los asambleístas fueron el de Am Hof y Universitätsplatz.
Las Asambleas Generales fueron celebradas en la Rotonda, edificio colosal, cuya amplitud permitió desarrollar con comodidad los actos, bajo las presidencias del Cardenal Legado, del Archiduque Pedro Fernando y de Monseñor Hielen.
Hubo 16 sesiones particulares, en las que se disertó acerca de la íntima relación de la Eucaristía con la ascética, la mística y la arqueología; también con la pedagogía, catequística y arte. Se habló del apostolado eucarístico de la mujer, de la unión de las Iglesias Oriental y Occidental y de la propagación de la fe.
Primera Jornada: Miércoles 11.
Asistentes: 15,000.
Temas:
"El Testamento de Jesucristo" (Dr. Swoboda)
"La extensión y defensa de la herencia de Jesucristo" (Dr. Sustersic).
Segunda jornada: Jueves 12.
Asistentes: 18,000
Temas:
"El R. P. Fr. Marco d'Aviano, capuchino"
"Los decretos del Papa Pío X sobre la Comunión frecuente y diaria"
"La Sagrada Eucaristía y la Casa de los Habsburgo"
"El pan celestial y terrenal de los trabajadores".
Tercera jornada: Viernes 13.
Asistentes: ¿...?
Temas:
"La Eucaristía y la vida religiosa".
"La paz de los pueblos ante el Tabernáculo".
"La renovación del trabajo diligente sobre las almas"
Como epílogo del día se dió lectura al cablegrama del Papa Pío X.
En el templo de San Carlos Borromeo, administrado por los religiosos jesuitas, se tuvo una vigilia de la Adoración Nocturna Española, la noche del viernes 13 para amanecer el día 14, un acto multitudinario que no menguó ni siquiera la pertinaz lluvia de esa noche.
Cuarta jornada: Sábado 14.
Asistentes: 30,000
Temas:
"Los efectos del Concilio de Trento en la Comunión eucarística"
"El pueblo español y su devoción al Santísimo Sacramento".
"Francia, la nación cristianísima".
La procesión del día siguiente pudo realizarse a pesar de la lluvia, por deseo expreso del Emperador Francisco José. El acto concluyó con el canto del Te Deum y del himno austriaco en el Coliseo.
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Fuente: CHÁVEZ Alonso, Historia de los Congresos Eucarísticos Internacionales. Boletín Informativo #7. XLVIII Congreso Eucarístico Internacional. Guadalajara 2004. Págs.44-46.
Imágenes: Web.
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