jueves, 18 de febrero de 2010

Buenos Aires, 1934



El XXXII Congreso Eucarístico Internacional
10 al 14 de octubre de 1934.


La ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, se vistió de gala para servir de sede al primer CEI de América Latina.
Los preparativos fueron intensos: misiones populares en las parroquias, asambleas diocesanas, actos de piedad; entre otros medios, contribuyeron al gran impacto que tuvo no sólo en ese país; sino en toda América Latina la realización de este Congreso, cuyo lema fue: "El Reinado social de Nuestro Señor Jesucristo y la Eucaristía", sintetizado en el estribillo del himno oficial:
Dios de nuestros corazonessublime Redentor
domina a las nacionesy enséñales tu amor"



Para acentuar el interés de la Iglesia por estas asambleas, sirvió como Legado Pontificio el Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Eugenio Pacelli.

Apenas y se distingue en el extremo inferior izquierdo; pero es Pacelli

Se contó con delegaciones muy numerosas de italianos, suizos, croatas, dálmatas, germanos, polacos, checoslovacos y españoles, los cuales fueron acogidos en un clima tan afectuoso que nadie se sentía extranjero. El Gobierno decretó que los días del Congreso fueran festivos y que la ciudad toda se engalanara con motivos eucarísticos.
La inauguración fue el miércoles 10 de octubre, intitulado Día del Papa. La sede de las asambleas plenarias fue una inmensa explanada capaz de albergar a todos los congresistas. Por la mañana presidió la Misa el Arzobispo metropolitano, Monseñor Copello; después de la cual fue leída la bula pontificia de nombramiento al Legado Pontificio, el cual se ganó, en el acto, a su auditorio.
El día 11 fue para los niños, que en número de cien mil, divididos en cuatro grupos, recibieron la primera Comunión. Cuatro Cardenales celebraron de manera simultánea la Misa. Este número de comuniones fue igualado por los varones adultos, quienes, al filo de la medianoche, se posesionaron de la Plaza de Mayo, que resultó insuficiente para albergar a tal cantidad.
El viernes 12, Día de la Raza, fue para reafirmar la hermandad de la estirpe americana en la fe católica. En ese acto se unieron el Presidente de la República, sus ministros, y las autoridades administrativa, legislativa y judicial.
La mañana del sábado, Día de la Virgen los miembros del Ejército, en número de siete mil, recibieron la Sagrada Comunión. La ciudad de Buenos Aires era, en esos momentos, un inmenso Ostensorio para la gloria de Cristo Eucaristía.

El último día, domingo 14, se intituló Del triunfo mundial de Cristo. Tomaron parte en el acto un millón de participantes llenos de profunda piedad y respeto. Durante su homilía, el Legado se refirió "a la realeza de Cristo y a la naturaleza sublime de su reino de omnipotencia y de amor, en el alma y en la Iglesia toda, mediante la Eucaristía: reino individual e interno, pero también reino social, por el cual domina a las naciones con su continua y misteriosa acción, sobre todo en la Eucaristía, el alma de la Iglesia, sacramentum regni; reino sobre todo espiritual, de paz, de amor, que jamás verá el fin". Palabras acogidas con entusiasmo y ardorosas aclamaciones: ¡Viva el Papa! ¡Viva Jesús en el Sacramento de la Eucaristía! ¡Viva el Rey de la humildad!
Al cierre de la sesión, fue impartida la bendición del Papa Pío XII, transmitida en vivo por la radio desde la ciudad del Vaticano, junto con un mensaje de Su Santidad, en el cual se congratuló con todos los congresistas e imploró a la Virgen de Luján, patrona de Argentina, y a los mártires Roque González, Alfonso Rodríguez y Giovanni del Castillo, misioneros de la Compañía de Jesús y primeros apóstoles del culto eucarístico. Al finalizar, el Legado comunicó la indulgencia plenaria concedida a los participantes.
Por la tarde, se realizó la solemne procesión con el Santísimo Sacramento, expuesto en una custodia monumental, entre himnos, oraciones y cánticos. Como acto especial, el Presidente de la República, a nombre de los católicos argentinos, pronunció un acto de consagración, antes de ser impartida la bendición con el Santísimo. Así terminó la celebración del triunfo de Jesús Eucaristía en la América del Sur.

La imagen simpática. ¡Quién diría que para 2004 y 2008 los Prelados no habrían cambiado nada! XDD


Una toma de la procesión con el Santísimo

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Eugenio Pacelli sería elegido en el cónclave del año 1939 como el sucesor del Papa Pío XI, tomando el nombre de Pío XII
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Incluso en la actualidad, el Congreso celebrado en Buenos Aires, es recordado como un evento muy especial y un punto de referencia en la historia del país. Si lo desean pueden consultar aquí un artículo relativo al mismo, publicado por la Revista Criterio en el año 2009. En 1984, el 50° Aniversario desde la celebración del Congreso, fue emitida una estampilla conmemorativa:


También pueden encontrarse en diferentes sitios de compraventa, reliquias tales como:
El programa oficial:



Un diario de circulación nacional, de aquella época, que destaca en sus páginas información de los participantes.


Una postal del evento:

El libro de cantos del Congreso:
[click en la imagen para leer el documento completo]
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Fuente: CHÁVEZ Alonso, Historia de los Congresos Eucarísticos Internacionales. Boletín Informativo #11. XLVIII Congreso Eucarístico Internacional. Guadalajara 2004. Págs.21-23.
Imágenes: Web. Fundación Bataller (imagen aérea del evento)Postal, Diario, Guía oficial, Estampilla
Imágenes con pie de foto: LAVENA, Massimo e Fabrizio Stinellis. Imágenes de los Congresos Eucarísticos Internacionales, de 1926 a 2000. Centro Televisivo Vaticano y Filmoteca Vaticana. 2004. DVD

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